Book: Libro Crossing: cruce, paso.
El Bookcrossing es una práctica que consiste en dejar un libro en un lugar público para que pueda ser leído por otra persona. Pero esta práctica que a priori puede realizarse de forma libre, toma su nombre de un programa que no pretende regular estrictamente, pero sí llevar un registro de los libros que se liberan y se recogen. Es decir: si uno quiere formar parte del movimiento Bookcrossing, ha de registrar en la web los libros que encuentra y los que libera, recibiendo con ello un código que hace posible saber a los administradores del programa cuántos libros esperan en la calle a ser encontrados y dónde exactamente han sido liberados.
Por ejemplo, si entramos en la web de Bookcrossing vemos que mientras escribo este post, en España un total de 731 libros esperan a ser encontrados. Y en la sección Go Hunting tenemos más datos: los lugares exactos de cada ciudad donde han sido liberados libros, sus datos y fechas de liberación. Andaos con ojo si vais a dar un paseo por la Gran Vía madrileña o el Passeig de Gracia de Barcelona. Si bien es cierto que por la mecánica a seguir el conseguir uno de estos libros es algo complicado, la web también cuenta con un servicio de préstamo en el que los miembros ponen su biblioteca a disposición de la comunidad bookcrossing de su ciudad.
Como era de esperar, toda práctica tiene sus detractores. Y más si hablamos de iniciativas que llevan detrás la palabra «gratis», un término singularmente amenazador para autores como Jessica Adams, que afirmó en una entrevista de radio con Ron Hornbaker, el propio creador del fenómeno, que la práctica del bookcrossing devalúa los libros y pone en riesgo los derechos de autor.
España es el quinto país en la práctica de Bookcrossing, sólo por detrás de EE.UU, Reino Unido, Alemania y Canadá, lo cual si no en más lectores (ojalá fuesemos también el quinto país «más lector» del mundo), nos convierte al menos en un país de románticos. Y mucho de romántico sigue teniendo y necesita, al menos bajo mi punto de vista, todo este mundo relacionado con la lectura y la venta de libros donde, sin olvidar nunca que hablamos de un negocio, no debería tampoco olvidarse que vendemos ideas y cultura -y no maquinillas de afeitar-, y que el fomento de la misma con iniciativas sin ánimo de lucro como esta no es una amenaza, sino una responsabilidad.
En fin, yo soy una romántica.
Para finalizar, un reportaje de Página2 sobre Bookcrossing:
demasiado que leer 
Me acabo de enterar de que existe el sistema «Bookcrossing» gracias a
este blog tan actualizado. Se me hace difícil creer que exista un intercambio gratis de algo en este mundo tan materializado, pero quizás
sea el comienzo de una manera de sentir más humanitaria, más amigable
con nuestros contemporáneos. Siempre me preocupó que los seres humanos se dedicaran más a pelearse, que a festejar el hecho de haber coincidido en tiempo y espacio en un universo tan inmenso (tal vez infinito en ambas dimensiones). Es tan raro el hecho de encontrarnos en medio de tanta inmensidad, que ¿por qué pelearnos? Deberíamos darnos las manos y hacernos amigos por la aventura de vivir en un mismo planeta y al mismo tiempo. Quizás esto de dejar, gratis, libros para que cualquier otra persona los pueda leer y disfrutar es el comienzo y el ejemplo de que se puede compartir la vida con los que compartimos este mundo, en este tiempo. Sí, sé lo que están pensando:demasido romántico. Pero, sería lindo ¿no?
Laura
[…] on Octubre 25, 2010 · Dejar un comentario Hace unos meses posteaba sobre el bookcrossing, una iniciativa que consiste en liberar los libros ya leídos para que otros puedan leerlos. […]